viernes, 4 de junio de 2010

¿Es posible perder la Salvacion?


¿ES POSIBLE PERDER LA SALVACION?

Cuando alguien quiere guardar algún documento importante por mucho tiempo, lo escribe con tinta permanente. Antiguamente, grababan en piedra tales documentos, como los pactos.
Podríamos decir que Dios ha escrito los nombres de Sus elegidos en el libro de la vida con tinta permanente, y no los borrará jamás. Dios toma la iniciativa y decide quién será salvo, tenemos la certeza de que un verdadero creyente nunca perderá la salvación. Es decir, nuestra vida eterna depende de Él, y no de nosotros. Dios es como un padre que cruza la calle con un bebé en brazo; ¡no lo suelta jamás! Examinemos algunos pasajes bíblicos:

A. Textos bíblicos que enseñan que la salvación no se pierde

Como Su enseñanza siempre fue en términos concretos, Jesús destaca la seguridad de nuestra salvación usando la analogía del rebaño. Juan 10.27-29
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y
no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mis manos. Mi Padre que me las
dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
Juan 5.24
De cierto,, de cierto, os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene
vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
Pablo, en cambio, usa términos más abstractos y conceptuales, pero llenos de
pasión. Romanos 8.35-39 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ... Estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos separará del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Filipenses 1.6
Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Estos versículos han sido llamados la "cadena inquebrantable", porque describen la cadena de la salvación, y cada paso está vinculado inseparablemente con el otro. Las mismas personas que Dios conoció y predestinó también son llamadas, justificadas, y glorificadas. Esto implica que la salvación no se pierde. ¡Lo que Dios ha predestinado es seguro!
Romanos 8.28-30
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es,
a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo,
para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a
éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.



B. Textos que parecen enseñar que la salvación se puede perder
Hay otros pasajes que necesitan explicación, porque parecen decir que un
creyente puede perder la salvación:
Hebreos 6.4-6
Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don
celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo... y recayeron, sean otra
vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al
Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.
1 Corintios 10.12
Así que el que piensa estar firme, mire que no caiga.
Gálatas 5.4b
De la gracia habéis caído.

¿Qué podemos decir con respecto a estos textos?
En primer lugar, las personas que aparentemente "perdieron su fe" nunca fueron realmente convertidas. Fueron "iluminadas" y recibieron algunos beneficios del Espíritu Santo, especialmente el compañerismo con los creyentes y los medios de gracia que se encuentran en la iglesia: la oración, la Palabra, y los sacramentos. Decían que eran creyentes y parecían realmente convertidas, pero nunca nacieron de nuevo. Esto explica los textos en Hebreos.
En segundo lugar, algunas personas son realmente convertidas, pero se alejan del Señor por un tiempo, y después vuelven.

Otras personas están confundidas acerca de doctrinas importantes. Esto era el caso de los Gálatas . Algunos maestros falsos les habían hecho caer en la trampa del legalismo. En ese sentido habían "caído de la gracia".
Finalmente, el hecho de que la salvación no se pierde no significa que el creyente pueda simplemente ser pasivo y descansar en la seguridad de su salvación. Él debe perseverar. Él debe seguir confiando en la gracia de Dios. Si alguien no se preocupa por cumplir la voluntad de Dios y seguir sus caminos, es una señal de que nunca fue convertido. Esto explica los pasajes que advierten a no caer, como 1 Corintios 10.12.

En el proceso de la conversión hay una relación misteriosa entre la soberanía de Dios y la voluntad del hombre. Todo depende de Dios, pero el hombre también participa en el proceso con su propia decisión. Dios elige a los que serán salvos, desde antes de la creación del mundo. Pero el hombre que quiere ser salvo no tiene que averiguar si ha sido elegido o no. Simplemente cree en Jesús, y después de hacerlo, se da cuenta de que todo había sido predestinado por Dios.
Es como cualquier decisión que tomamos. Aunque sabemos que Dios lo controla todo, no somos pasivos
Dios ha predestinado todo, pero sólo Él sabe cuál es Su Plan. Tenemos que vivir de acuerdo con Su voluntad revelada, y no de acuerdo con Su plan secreto.
Deuteronomio 29.29
Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las
palabras de esta ley.
Existe la misma relación misteriosa en el proceso de la santificación. Su preservación depende totalmente del Señor. Sin embargo, el creyente debería seguir perseverando en la gracia. Debería seguir alimentando su fe, usando los medios de crecimiento (la oración, la Palabra, los sacramentos, y el compañerismo).
Para este fin el creyente no debe dejar de congregarse y ser parte de una comunidad, que aunque pequeña le haga sentir con fuerza y certeza, la seguridad de la salvación, una de las señales que deberá exhibir delante de los que no creen.

Rev. Luis L. Cortés G.